martes, 20 de diciembre de 2011

¿Sabias que como conduces tu auto... podrías estar conduciendo tu vida?

El carril izquierdo, supuestamente el de mayor velocidad, era ese día el más lento. Al lado derecho se veía como fluía el tráfico sin mayor problema, mientras que nosotros avanzábamos muy muy lentamente. Una leve ansiedad comenzó a gestarse dentro de mí, pero no por lo que estaba sucediendo, sino por la manera como la persona que iba conduciendo el auto en el que me encontraba estaba asumiendo la situación.

¿Por qué no sale de esta fila si no se mueve? Me preguntaba internamente, pero no me atrevía a trasladarle la pregunta a él pues no tenía la suficiente confianza como para hacerlo. Y mientras tanto, esta persona hablaba tranquilamente como si lo que estuviera pasando a su alrededor no importara. Finalmente, terminé resignándome, respirar  y  no mirar el carril de al lado para no agobiarme más.

jueves, 15 de diciembre de 2011

Fútbol y Liderazgo, una interesante combinación

Quienes me conocen saben que el fútbol no es mi tema preferido, que no veo partidos de ninguna índole y que no tengo equipos favoritos.  Sin embargo, por obvias razones, me es imposible apartarme del tema totalmente, entre otras porque más allá de lo que representa este  espectáculo deportivo, en su práctica hay interesantes lecciones de dirección y organización de equipos corporativos y ¿por qué no?...el equipo más importante de nuestras vidas: la familia.

martes, 6 de diciembre de 2011

Carpa, tiburón o delfin... tres formas de ver la vida

¿Recuerdas la historia de la zanahoria, el huevo y el café? Tres elementos distintos sometidos a las mismas condiciones - agua hirviendo- y respondieron de forma diferente. ¡Que ideal ser café!

Ahora te propongo realizar otro ejercicio de autoreflexión para continuar ahondando en la forma como ves la vida y así mismo la estás viviendo. La pregunta ahora es ¿ carpa, tiburón o delfin?

Vamos primero con la carpa, un animal que sigue la ley de la menor resistencia. Es prácticamente ciega. Quien vive como una carpa no sabe lo que sucede. Está desconectado de la realidad. No le gusta autoafirmarse. Tiene miedo de decir no. Y lo que piensa de su
vida cotidiana es esto: El Universo es un lugar donde reina la escasez. No jugaré porque no voy a ganar…Si juego, perderé sé que no ganaré. La carpa no ve ni a corto ni a largo plazo… no ve. Se sacrifica durante toda su existencia. Todas las víctimas del mundo lo son.

El tiburón, por su parte, consigue ver a corto plazo, pero ignora ver las consecuencias a largo plazo. Siempre quiere sacar ventaja sobre los otros. Juega al juego del ganar- perder. No tiene confianza en sí mismos ni en los demás, y no inspira confianza a nadie. En su vida cotidiana piensa de un modo similar a la carpa. El Universo es un lugar de escasez, no hay suficiente para todos, por lo tanto, yo lograré lo mío, cueste lo que cueste.

Existe una tercera manera de vivir y comunicarse con el mundo. Es una alternativa  que se encuentra más allá de la preocupación por la mera supervivencia, y significa un cambio de paradigma. Es la estrategia del delfín, que cultiva la confianza en todos los sentidos: en sí mismo, en los demás y en el Universo entero. Juega al juego del ganar-ganar. Sabe hacer más con menos. Vive a largo plazo, y al mismo tiempo vive atento al presente.

El delfín piensa así: el Universo es en potencia un lugar abundante, hay de todo para todos. Para que yo gane, nadie necesita perder, a no ser que insista en ello, y entonces es su problema.

Son Tres maneras diferentes de percibir el mundo, tres “mapas” que generan distintas actitudes y consiguen también otros resultados,

La vida es un mar de lágrimas
La vida es una lucha constante
La vida es ayudar y servir

Cuando nacemos nos vemos insertos en una familia que tiene una visión de la realidad y de los demás. Cuando llegamos a una empresa, también.

Tener éxito es cumplir los objetivos de producción
Tener éxito es ganarle a la competencia
Tener éxito es subir de puesto y ganar más dinero

Esa visióm de la realidad es un cristal que tiñe todo lo que sucede. Vivimos inmersos en ese color, y hace que veamos todo con ese tinte.

Por ejemplo: Si estás convencido de que “La vida es un mar de lagrimas” cada vez que te sientas contento supondrás que durará poco, o que estás “robando” segundos de algo que no  corresponde.

¿Tienes clara cuál es tu enfoque al mirar el mundo? ¿Qué resultados has obtenido?