viernes, 5 de noviembre de 2010

¿Cómo estás apoyando a tus hijos para que alcancen sus metas?

Luego de un receso lleno de conocimientos y experiencias, LEGADO DE VIDA vuelve a nutrirse de nuevas reflexiones encaminadas ahora, más que a la búsqueda de respuestas, a la formulación de preguntas  que  nos impulsen a  descubrir  alternativas y opciones que quizá, por cuestionarnos siempre de la misma manera, no se habían abierto ante nosotros y de paso hacia nuestros hijos.

Quiero compartir hoy una experiencia que recién tuve con mi hijo mayor, quién ha sido protagonista, y sospecho que seguirá siendo, de varias historias de este blog.

Un día entramos por casualidad, matando tiempo para ver una película, a un almacén de los que es muy difícil sacar a un niño. Como era obvio se enamoró de algo: de una guitarra de pilas muy linda, con diferentes tonalidades, en fin, se enamoró. Yo ya había llegado a un acuerdo previo con mis pequeños  de que si entrabamos era solo a  "vitrinear" no a comprar y cumplí mi palabra. Él, que también así lo entendía, se acogió a las reglas que habían sido aceptadas por tdos, pero claramente no pudo disimular su tristeza... bueno por unos momntos mientras entramos a la película.

Pasaron algunos días de este hecho y un día se me acercó muy serio  a decirme que no había podido sacarse de su mente aquel juguete, que sabía que había dado su palabra pero que me pedía reconsiderar todo y comprársela, pues yo sabía que uno de sus sueños era ser cantante y que esa guitarra le iba a ayudar a "entonarse", palabras textuales.

¿Qué hacer ante una petición de corazón como esta?¿Cómo mantener tu palabra y las normas establecidas en un momento específico, frente a un objetivo que va más allá del pedido realizado, sin caer en una posible manipulación del otro?

Como coach de vida siempre busco apoyar a mis coachees a encontrar motivos suficientemente fuertes para alcanzar sus metas y que éstas sean coherentes con su proyecto de vida. No podía entonces actuar de forma diferente como coach de mi propio hijo.

Nos sentamos y a partir de diferentes preguntas busqué que él ratificara lo fuerte de su decisión y así lo hizo. Entonces le dije que estaba dispuesta a negociar pero que con reglas diferentes a las que él estaba planteando que no eran otras que, palabras más, palabras menos : "mami cómprame la guitarra".

¿Cuál era el nuevo negocio?: Si quería la guitarra yo lo iba a apoyar, pero no comprándosela, sino siendo su aliada para que él mismo obtuviera los recursos para adquirirla. Entusiasmado me dijo que le gustaba, pero que no sabía que hacer para obtener lo que necesitaba.

Iniciamos una sesión de coaching improvisada en donde luego de una hora habíamos identificado sus fortalezas (gustos, habilidades) y como ponerlas al servicio de su objetivo; así como sus debilidades y como potencializarlas para que no fueran a interponerse de manera fuerte en el camino que iba a emprender.

¿El resultado? A partir de su gusto   y don - común entre los niños de hoy en día - para manejar la tecnología, decidió, importante esto EL TOMO LA DECISION, hacer separadores de libros y venderlos entre amigos y familiares para de esa manera obtener los recursos.¿Mi apoyo? Ser proveedor de las hojas  para imprimir sus creaciones, así como las impresiones - léase que enrolo conmigo toda la materia prima- y facilitarle el tiempo en el computador.

No solo se comprometió a fondo con esta tarea, que le permitió efectivamente  en menos del tiempo que se puso como límite para realizarla, comprarla, sino que el universo entero conspiró a su favor y por esa época hubo una promoción que le permitió comprar su guitarra con el 40% de descuento!!

El compromiso de un ser humano con su vida, empieza a gestarse desde sus primeros años y se refleja en el compromiso que  demuestre hacia las pequeñas o grandes tareas que emprende. Ser coach de nuestros hijos es impulsarlos a descubrir en ellos mismos esa fuerza interna que le lleva al compromiso y entrega en la búsqueda de sus sueños.

Preguntas para tu reflexión

¿Qué tan comprometido has estado con tu propia vida?
¿Cuántos sueños has almacenado en un cajón porque has estado esperado que llegue un "papá o una "mamá" que te los cumplan?
¿Cómo inspiras a tus hijos para que se comprometan con sus propias metas porque pequeñas que te parezcan?
¿Qué vas a hacer para convertir caprichos  infantiles en oportunidades valiosas de aprendizaje mutuo?