miércoles, 5 de octubre de 2011

Cómo apoyar a los hijos a resolver problemas... y a mí

¿Cuántas veces has sentido que te encuentras atascado en una situació de dificil solución? Tienes ante tí varios caminos y te es complejo decidir cuál tomar, ya sea porque todos te parecen factibles de emprender y tienes miedo de equivocarte, o porque , al contrario, ninguno te llena al parecer, satisfactoriamente.

Solo un ejemplo, tu trabajo no te satisface totalmente pero vives con una sensación de que hay algo mejor para tí, pero no sabes por donde empezar a buscarlo.

Si devolvemos la historia, me gustaría preguntarte si te acuerdas cual fue el método de resolver problemas que aprendiste de tus padres. ¿Qué pasaba cuando tenías alguna duda por resolver o una situación que afrontar?¿Qué te decían?¿Dejaban todo en tus manos y te ofrecían herramientas para que por tí mismo encontráras la solución o te daban la respuesta que tu supuestamente estabas buscando?

Aprender a manejar conflictos desde niños, es una habilidad que se puede desarrollar para a su vez transmitirla a quienes están con nosotros. Sin embargo, cuando  los niños comienzan a  tener uso de razón predominan conceptos como lo "correcto" o lo "incorrecto" a la hora de resolver algo que les está perturbando, frente a su capacidad de generar  estrategias y alternativas para lograrlo.

Esto hará que a lo largo de su crecimiento sea la primera opción la que predomine  y terminen en situaciones  como aceptar una relación que no les satisface totalmente pero que  es correcta socialmente, o recriminándose en silencio gran parte de su carácter antes la imposibilidad de descubrir alternativas de mejora.

¿Cómo apoyarlos entonces? Entre varios mecanismos que existen para lograr desarrollar esas habilidades se encuentran juegos en donde los niños exploran posibilidades para asuntos sencillos como inventarle usos a las cosas que están a su alrededor sin importar lo absurda que pueda parecer la idea (¿Para qué crees que pueda servir esa caja de cartón?), generar lluvias de ideas frente a colores, formas o acciones y de esa forma ir entrenando la mente en la generación de posibilidades, al punto que a partir de juegos también se coloquen situaciones hipotéticas como  "Clara y John quieren mirar un programa diferente de televisión al mismo tiempo ¿qué pueden hacer?". ¿Qué alternativas podrían tener?


Otra técnica es mirar las excepciones. ¿Alguna vez has sentido que un problema es tan profundo que te abruma?. Bueno, cuando un niño siente eso lo más común es que generaliza "nadie me entiende" "todos los niños se burlan de mi" "en todo me  va mal". Y el atascamiento es inevitable.

En esos casos es importante que la situación se saque de esa generalidad a partir de preguntas como ¿cuantos niños se burlan de ti? ¿ Cuéntame exactamente en qué te va mal? ¿Quién no ha logrado entenderte?. Generalmente las respuestas llevan a personas y situaciones específicos. No son todos los niños son 3 de un total de 20. No es que en todo le vaya mal, peleó con su mejor amigo. De esa manera la perspectiva cambia y el trabajo para empezar a mirar opciones es más sencillo.

Cambia la forma de pensar para resolver los problemas. ¿Qué pasaba antes de que se presentara esto?

Enseñar a los niños la importancia de frenarse para pensar detenidamente; a identificar y definir el problema; a reunir información desde su propia perspecriva, incuyendo opiniones, hechos e información desconocidas; a reunir informacion desde las perspecivas de otras personas, incluyendo lo que otra gente ve, piensa y siente; a considerar estrategias alternativas, incluyendo lo que se puede hacer o decir y que obstaculos pueden anticiparse; a evaluar las consecuencias y los resultados y a partir todo el proceso de resolucion de problemas, puede ayudarle a resolver problemas muy complejos en su vida.

¿No será que esto también te funciona para tí?

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